CREA | ULSA Oaxaca

Una distopía con contaminación digital

Declive de vida

Grecia Gómez

Grupo Representativo de Escritura Creativa

Los tímpanos me zumban, los ojos me pican y la espalda me duele; he pasado los últimos años de mi vida sentada frente a una pantalla, con música a todo volumen que me saca de mi esclavizada realidad.

Empecé esto como una promesa de mejorar mi calidad de vida. Me vendieron la idea de tener una mayor autonomía de mi tiempo, prometieron librarme del estrés de salir a la calle y lidiar con la radiación y contaminación de la ciudad. Hoy, no solo tengo que encerrarme para no sufrirla al igual que todos los demás humanos, sino que, además, sufro una contaminación digital.

Poco a poco y sin darme cuenta, me he vuelto más dependiente de las máquinas electrónicas, de aparatos inteligentes y toda clase de trastos que se supone que facilitan mi vida, pero lo único que he logrado es hundirme y aislarme del mundo real, impidiéndome tener contacto con mis iguales.

Al despertar no me recibe el brillo del sol, sino el de una pantalla que pretende ser un paisaje ahora extinto. Me paso los días trabajando frente a una computadora, jorobada y estresada; al llegar la noche, no puedo dejar de deslizar el dedo por mi teléfono en lugar de dormir. Me encuentro sumergiéndome en una sesión de emoción virtual que escinde mi noción de la realidad, conectándome a una vida más sedentaria en donde no hay conciencia del día y la noche. Al principio trataba de salir, tal vez pasear o ir a comer, pero con el paso del tiempo esto se hizo un fastidio y solo salía para lo esencial. Ahora ni siquiera hago eso: pago una módica cantidad de dinero por un servicio que se encarga de que mis compras lleguen hasta mí, permitiendo delegar esas simples actividades a cualquier otra máquina.

Aquellos últimos días en los que me atrevía a transitar, observaba mi entorno y me percataba del vacío que se estaba generando con la creciente ausencia de personas, el triste y desesperanzador cielo gris y el nauseabundo olor del viento; ¿Quién saldría a un ambiente tan desconsolado? ¿Acaso no era mejor quedarse en un cubículo con todas las comodidades? Supongo que aquellos cuestionamientos fueron los que, así como a la mía, recluyeron a millones de vidas voluntariamente, para que después el gobierno nos obligara a permanecer en esta condición tanto como nos fuera posible con multas exorbitantes y toques de queda ridículos.

sumergida en una sesión de emoción virtual que escinde mi noción de la realidad

Desde que renuncié a la movilidad, me mudé a un espacio muy popular ahora, aún más pequeño de lo humanamente responsable; no tiene vanos y cuando se va la electricidad o los embellecedores químicos dejan de funcionar, se siente como el infierno que realmente es; pero es más barato, lo que me permite comprar más suscripciones para mantenerme conectada a mis dispositivos.

En ocasiones, cuando recuerdo mi infancia y cómo imaginaba que sería mi vida adulta, siento nostalgia. Creo que nunca había anticipado enjaularme como animal en un espacio tan miserable como este; soñaba vivir en una gran casa con piscina y jardín junto a tres perros y dos gatos. Ahora, aquel deseo es algo que me parece más irreal que todas las imágenes fantasiosas que consumo diariamente.

Libro-arte de Yohanna Martínez Romero, Grupo Representativo de Artes Plásticas

Estos últimos días, mi cuerpo ha manifestado una decadencia en salud, me siento más cansada y me frustro rápidamente, no puedo soportar la falta de estímulos en todos mis sentidos o que la respuesta correcta se tarde segundos cuando busco algo en Internet. Solo espero que todo este calvario me lleve a la vida que alguna vez deseé. Por ahora, me encuentro anhelando algo muy lejano; es como si tratará de rescatar una versión de mí desde el fondo del océano, con millones de temores hacia la soledad y el futuro por el camino.

Cierro los ojos, y por primera vez en mucho tiempo, escucho el timbre de la puerta.

10 thoughts on “Una distopía con contaminación digital
  1. Liseth Simara Pérez Escobar

    El texto me gustó ya que habla sobre como la tecnología consume rápidamente a esta persona, asi como a todos lentamente, también habla sobre el infierno que vive diariamente de ser una esclava de la tecnología y que su sueño a futuro ahora resulta ser más irreal que todo lo que veia en la pantalla siempre, es triste porque es muy cierto pero debemos tratar de ir evitando eso para que las próximas generaciones no tengan que sufrir ese calvario.

    22 marzo, 2025 Reply
  2. Sebastián bailón Gutiérrez

    Me gustó mucho porque demuestra el daño que ha echo la tecnología en estos tiempos

    22 marzo, 2025 Reply
  3. Liliam Anelisse Salvador Reyes

    Me gustó por qué es como lo que pasa en la vida diaria que las personas ahora no hacen nada ya que todo lo tienen a la mano con apps y ya no tienen que salir de casa por las cosas básicas, que todo muestra una realidad de que nadie sale de su casa y se la pasan jugando los jóvenes regresando de la escuela los estudios dejan de lado sus asuntos para estar en internet que es lo único que los mueve

    22 marzo, 2025 Reply
  4. Jessica Acevedo Altamirano

    Me pareció una muy buena lectura, la manera en la que el autor plasma como ahora nos volvimos esclavos de la tecnología cuando se supone que simplemente era una ayuda. Cuando estaba leyendo las palabras que utilizaron me dí cuenta de lo poco que he leído desde que tengo la tecnología a la mano, me ayudó a expandir mi vocabulario. Aunque no me gustó el puntito que había en la pantalla al leer, me desconcentraba.

    22 marzo, 2025 Reply
  5. Gunter Emiliano Villagomez Elorza

    El texto es muy bueno habla sobre la dependencia de las nuevas generaciones a los móviles o internet y cuenta como una persona recuerda su deseos que al final no pudo cumplir por estar encerrado en la tecnología

    22 marzo, 2025 Reply
  6. Sofia Arlette Varga Barrita

    Una persona, atrapada en la tecnología y el aislamiento, ve su salud y vida deteriorarse en un futuro controlado. Anhela su pasado, pero su rutina se rompe cuando escucha el timbre de la puerta.

    22 marzo, 2025 Reply
  7. Ximena Lopez

    Entendí perfectamente el mensaje del artículo y creo que es muy cierto que de alguna manera al estar siempre desde que nos levantamos hasta las ultimas horas de nuestro día, con cualquier tipo de electrónico nos afecta de manera significativa, y como lo dice el texto, hace que nos aislemos de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Al mismo tiempo me hizo reflexionar mucho.

    22 marzo, 2025 Reply
  8. Maria Fernanda Gastelum Fernández

    Me gustó por qué es la realidad del día de hoy y es muy complicada pero cruda, muestra que estamos cayendo en problemas graves y tenemos que interactuar entre nosotros y no solo por pantallas por qué eso nos está acabando.

    22 marzo, 2025 Reply
  9. María Fernanda Ramírez López

    Me puso a reflexionar mucho la parte donde menciona como es q en lugar de salir a comprar ahora lo pide por una aplicación, lo que me llevó a pensar, el como cosas simples han cambiado con el fin de ahorrarnos esfuerzo y mejorarnos la vida, sin embargo también ha traído el efecto contrario pues tal vez al ahorrarnos “molestias ” en realidad estamos automatizando más las cosas, que desde mi perspectiva nos limita la espontaneidad, el hacer cosas distintas, el no saber que va a pasar, el disfrutar cosas tan simples como ir al súper.

    22 marzo, 2025 Reply
  10. Keyla Suellen Ruiz Santiago

    A mí en lo personal me gustó mucho el texto pues creo que es algo que es una realidad, y no solo de una persona, si no de muchísimas, que buscan una distracción en un aparato móvil y terminan con una adiccion a la tecnología de la que después es muy difícil de salir y dependen mucho de eso por lo que se aíslan de todo lo demás, así como lo menciona en el texto. Me pareció muy interesante y un tema que se debería de tocar más seguido y deberían de darle más visibilidad e importancia.

    22 marzo, 2025 Reply
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