voz en púrpura
N. de la R.: A las columnas ya establecidas Conoce tu Biblio y La columna de música agregamos una nueva que hemos titulado Voz en púrpura, donde damos cabida a reflexiones en torno a las historias de notables mujeres que han construido y forman parte de nuestras vidas -pasando por la mirada cotidiana pero también por el estallido social.
En el mar inmenso y vasto flota un bote desesperado, perdido y sin rumbo fijo.
Desde hace más de 11 años, la guerra en Siria ha desplazado a miles de sus habitantes, que parten solo con los recuerdos de una vida en el corazón y con atisbos de esperanza pegados en el alma.
Cuando Yusra, junto a su hermana Sara, sintieron los temblores de las aguas y los estruendos de las armas impactando contra el suelo dejando a su paso nada más que ruinas polvorientas, comprendieron que no podían continuar en aquel lugar que una vez llamaron hogar.
Solas pero juntas miraban hacia un nuevo destino:
Alemania, Berlín.
Así que, en un pequeño bote, acompañadas de dieciocho personas más, se deciden a cruzar el mar, avanzando hasta que, rodeadas de una inmensa soledad, en medio de ningún lugar, el motor deja de funcionar. Los minutos pasan y el miedo de ahogarse resuena persistente: más de la mitad no sabe nadar.
Sara miró a Yusra, Yusra miró a Sara: tenían muchas dudas; sabían que no había cosas seguras.
Se sumergieron dentro de las aguas profundas, y una a cada lado de aquel bote desamparado, tiraron y lo guiaron .
Sus brazos se sienten cansados, pasaron más de tres horas nadando, pero la tierra que asoma les da aquel respiro ansiado.
Y en la arena caliente bajo sus pies, teniendo al cielo como único testigo, quedan grabadas las huellas cristalinas de su camino.
*En 2015 las nadadoras sirias Sara y Yusra Mardini atravesaron el mar Mediterraneo jalando el bote en la cual viajaban, junto a otras diociocho personas, cuando el motor se descompuso, quedando a la deriva